¡Qué gozosos, dichosos y sublimes que se les ve aquí, sellando el futuro financiero pangalaico y más allá! ¡Qué capaces, elegantes y aventureros se nos muestran! ¡Y contentos! No es para menos: que por mayo era por mayo, en su décimo segundo día, cuando nos alumbraron la nueva Nova Caixa Galicia. Novacaixagalicia para los amigos. ¿Y para las amigas?
Porque digo yo que algo pasará, algo de preparación nos faltará, cuando en todas esas reuniones de gente importante, decidiendo sobre el futuro -y el futuro mismo- de miles de personas, entre personal y clientes, firmando acuerdos de "generosidad mutua" y haciendo todas esas cosas que les gustan nunca hay ni una sola mujer. Ya no puede ser escusa aquello de que desgraciadamente no había mujeres con suficiente formación para ello. Claro, no había mujeres con formación para nada que no fuese la buena atención del hogar y las responsabilidades y sacrificios con ella asociados. Pero ahora estamos -estábamos- en 2011. Bueno, en la foto no. En la foto era el 12 de mayo de 2010. Pero de aquella ya había mujeres instruidas, pero no lo debían saber...Algo más tarde, a comienzos de junio, y conocidos y cerrados ya sus niveles directivos, nos encontramos a una mujer una de entre catorce miembros del máximo órgano de dirección de la nueva entidad. Es lo que algún medio de comunicación fundado en A Coruña llamó "directiva paritaria", o sea, mitad NOVA, mitad GALICIA.
Pero qué espiritual parece siempre esta gente....
La solución pasa, por tanto, por realizar un giro REAL a la forma de ver y entender las reglas del poder, y el mercado, ése, es también Poder. Este giro vendrá protagonizado por mujeres del futuro, mujeres que fuera de tener un género concreto, aporten la visión precisa desde ese género. Más acuparse de las pequeñas pero necesarias cosas, más tener los pies y la cabeza en el suelo, más pensar en el bien común, en la organización, en la calendarización...y ,menos en intertar parecer un remedo, apestoso y peripatético, de los miembros de la rancia aristocracia europea. Barones, condes, marqueses, duques, reyes... o, en el peor de los casos, de aquel Conde, Mariano, que representa el dantesco modelo estético y de triunfo que algunos, inocentes inocentes, pretenden HOY emular.
En mi caso, de admirar a un noble éste sería Manfred Von Richthofen, el Barón Rojo, por guapón y aventurero. O al Conde de Montecristo, por salir triunfante pese a todas las perrerías que debe afrontar. O al Marqués de Sade, por pillo y pillo y pillo. O al Rey Pescador, por mimoso. O al Pasmado, por eso mismo. Y ya puestos, al Duque, así a secas. Aunque piense que sin tetas no hay paraíso. ¿Qué dirán las modelitos de las pasarelas de París, Roma y Milán cuando se enteren?
Espero, desde el fondo mismísimo de mi corazón, que estos señores tan importantes con los que abríamos esta entrada, reyes de las finanzas, príncipes de las Cajas, marqueses de nuestro futuro, tengan en cuenta, en vista de las nuevas condiciones de solvencia que deben cumplir -aplaudidas estusiastamente por la patronal de las cajas de España-, a sus miles y miles de clientes, muchas de ellas mujeres mayores, con pensiones mínimas por cuanto su trabajo no fue considerado una profesión, para las que la diferencia entre una Caixa y un Banco es un auténtico abismo.
Ay...Barón. Para cuándo un mañana mejor...
By Katangueira
Nunca había visto así a la aristocracia. Gracias
ResponderEliminarEtimológicamente, aristocracia significa "el gobierno de los mejores", y si, la palabreja es femenina, pero "mejores" (ἄριστοi) está en masculino....
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