CULTURILLA

BÁSICA. PARA SALIR DEL PASO. PARA USAR Y ABUSAR. PARA DISFRUTAR E INCLUSO PARA ANDAR POR CASA

Una peli: Apocalypse Now

Viaje al rincón más oscuro del ser humano. Tanto da que nos encontremos en Vietnam, Irak o el Congo Belga. El río como metáfora de nuestra vida. Los hombres jugando a sentirse dioses. Los pormenores de su rodaje forman parte ya de la historia (o el mito) del cine universal. Para algunos pocos, el mayor espectáculo visual del siglo XX. Para otros muchos, un retrato bélico abominable. Nadie, en todo caso, puede olvidar su impactante comienzo con el bombardeo con napalm sobre bosque de palmeras mientras suena The End (The Doors). Martin Sheen, auténticamente borracho y en gayumbos, impresiona. Si aún no la has visto, no te la puedes perder.. Si ya la has revisto, no te la puedes reperder. Si ya la has más que revisto, lee el libro, coño ya.

Un disco: Meat is Murder

Con unos pocos discos, pero con una enorme capacidad para transcender a sí mismos, The Smiths supieron tocar las suficientes teclas para entristecernos, al tiempo que emocionarnos. Ni los triunfitos/as ni las estrellitas mediáticas les llegarán nunca a las suelas de sus gastados zapatos. Morrisey aún elucubra, dando lecciones a mayores y jóvenes, pero ya no es lo mismo. La portada de su penúltimo disco oficial aprovecha la contradicción del lema vegetariano (frase abreviada del "eating meat is murder") con el papel de un soldado en una guerra. Ese chiste no es gracioso en absoluto o la barbarie comienza en casa son piezas esenciales de nuestra historia pop.

Un libro: El Guardián entre el Centeno


En 1981, treinta años después de haberse publicado, era el libro más prohibido en los Estados Unidos como al mismo el segundo más leído, ya que era lectura obligatoria en no pocos de sus institutos. La clásica censura se quiso cebar con una de las obras literarias más importantes de los últimos cien años. La sexualidad, la adolescencia como conflicto ubicado entre la infancia y la madurez. La prostitución o su lenguaje descarnado fueron siempre motivos sobrados para que la intolerancia se nos dejase sentir. El tal Salinger enloqueció con su éxito. Acaba de cumplirse el aniversario de su muerte.

By Katangueira